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Pastor Alemán agresivo, el gran protagonista.
Hablar de Pastor Alemán siempre suele aparejar pensar que son perros muy listos y muy buenos. La primera parte de la frase es cierta en todos los casos. La segunda no tanto, ya que muchos ejemplares terminan dando problemas. En la mayor parte de los casos esto se produce por un manejo inadecuado. Aunque es un perro muy común en los hogares, no suele ser la mejor opción como primer perro. En otros casos la base genética del perro es demasiado dura para que unas manos inexpertas consigan educarlo adecuadamente. Por eso con esos ejemplares es muy importante acudir a un profesional para construir las bases. De ese modo los propietarios podrán continuar con la educación del perro.
Debe tenerse en cuenta que aunque muchos ejemplares sí lo son, el Pastor Alemán no tiene por qué ser un perro fácil. En demasiados casos el perro está por encima de las posibilidades de los propietarios. Es lo que se suele definir como demasiado perro para alguien. Cuando esto ocurre los propietarios deben tener la determinación necesaria para sacar el problema adelante. ¿Qué quiere esto decir? Pues que no es suficiente llevar el perro a adiestramiento. El adiestrador no reprogramará al perro, no es una máquina. Construirá unas bases y le explicará a los dueños a mantener ese trabajo. Y con perros duros, como el Pastor Alemán agresivo, esto requiere trabajo constante. Pero también se precisa un cambio de actitud por parte de los propietarios. Se necesita que el perro aprecie una actitud ganadora en ellos en todo momento.
Si los dueños no se ponen serios cuando el perro no se comporta de forma adecuada, no se fiará de ellos. Con un Pastor Alemán agresivo buscamos que el perro confíe en sus propietarios en todo momento. Si los propietarios se lo toman en serio y ponen toda la carne en el asador, el perro confiará y los problemas desaparecerán. Pero se debe tener en cuenta que esta actitud se debe mantener durante toda la vida del perro.
Estadísticamente el Pastor Alemán es el perro que protagoniza más agresiones en España y también en Europa. El por qué es sencillo, es una de las razas más extendidas y además es un perro pastor. Este segundo factor le da una alta disposición para morder. Tienen un marcado instinto defensivo, en muchos casos, y a veces se suma una gran posesividad. Todo ello sumado a su envergadura lo hacen un perro mucho más potencialmente peligroso de lo que la gente piensa. La razón de esto es que es una raza socialmente aceptada y valorada. El Pastor Alemán agresivo, no es lo que la gente ve. Lo que piensan de inmediato es en un perro detective, en un perro policía o cualquier otra cosa que se haya visto en televisión a lo largo de los años. Pero la realidad es que esta es una de las razas de trabajo más antiguas.
Los ejemplares de Pastor Alemán más duros, son psicológicamente muy fuertes y esto les hace ideales para el trabajo profesional. Pero estos perros no serán ideales como mascota salvo en las manos de profesionales. A lo largo de los últimos 30 años la raza ha sufrido un declive importante en cuanto a aptitudes psicológicas. Los concursos de belleza enfocados únicamente a la morfología han contribuido a ello. Así hoy en día encontramos muchos ejemplares inseguros, sobre todo en las líneas de belleza en capas negro y fuego.
Las capas grisaceas tipo sable suelen dar ejemplares más duros y psicológicamente más fuertes. Aunque como en todo hay excepciones.
Un caso típico de Pastor Alemán agresivo es aquel que es muy dominante en el hogar. Se pone agresivo si se pasa a su lado o si se tocan sus posesiones. Llegando a morder a los miembros de la familia.
Otro caso muy frecuente de Pastor Alemán agresivo es el que agrede a todo fuera del hogar. Son perros muy familiares y buenos en casa, pero al salir a la calle agreden a personas y animales. Este caso se suele solucionar con facilidad debido a la generalización de desconfianza tan amplia.
Si usted tiene un Pastor Alemán agresivo, no dude en contactar con nosotros, le asesoraremos sin compromiso.