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Agresividad canina por desconfianza.
Muchas veces confundida con la agresividad por miedo, pero en realidad son agresividades muy diferentes.
A diferencia de la agresividad por miedo, el perro con agresividad canina por desconfianza casi siempre afronta la situación con algún tipo de ataque.
Este tipo de agresividad es muy frecuente en los perros de tipo pastor, pero se da en otras muchas razas y mestizos.
Entendemos que un buen perro guardián, por definición, debe ser muy desconfiado a la par que valiente. Por tanto los buenos guardianes desconfían de casi todo el mundo y tienden a agredir si se sobrepasan los límites del perro. ¿Qué límites son esos? Dependen del ejemplar en exclusiva, unos perros permiten más y otros menos.
La agresividad canina por desconfianza puede ser tanto inter, como intra específica. Es decir puede serlo contra su misma especie, contra otras o contra ambas. Por supuesto cualquiera de ellas nos pondrá en problemas, más cuanto mayor sea la envergadura de nuestro perro.
Los ejemplares con agresividad canina por desconfianza suelen ser perros muy reactivos. Por ejemplo un Rottweiler típico, contra lo que se pueda pensar no será un buen perro guardián. Será un buen perro defensivo protector, pero un perro guardián debe ladrar y avisar del peligro. Los Rottweiler por norma son perros muy seguros de sí mismos, por lo que ladran poco y son poco reactivos. Todo esto hace que sean menos propensos a tener agresividad canina por desconfianza en comparación con los Malinois.
Los Pastores Belgas Malinois, suelen ser buenos perros guardianes, porque son más desconfiados, ladran más fácilmente y son más reactivos que los Rottweiler. Por tanto, de media los Malinois suelen tener más agresividad desconfianza.
En lo que a agresividades caninas se refiere, este tipo es de los más sencillos de rehabilitar. Por supuesto dependerá en gran medida del ejemplar y de su carga genética y psicológica. No obstante casi todos los ejemplares que tratamos con esta agresividad evolucionan muy rápido y obtienen la estabilidad en muy poco tiempo.
Ejemplos típicos de este tipo de agresión son:
- Que el perro ataque a las personas que se nos acerquen
- Que el perro impida que le toquen mordiendo.
- Que al llegar a una esquina aparezca una persona y el perro quiera morderla.
- Que otro perro se acerque al nuestro y este lo ataque
El factor genético siempre es importante a la hora de definir una agresividad canina de cualquier tipo, pero en la agresividad por miedo y en la predatoria la herencia genética es determinante.
La construcción de una base de confianza del perro sobre el guía es fundamental para que esta clase de agresividad se mantenga controlada. Se debe tener en cuenta que su componente genético es inalterable, por lo que enseñar al perro a controlarse y a confiar en su dueño será primordial.
Siempre, por razones obvias, recomendamos que se trabaje una buena obediencia con todos los perros, pero con esta agresividad hacemos más hincapié aun en la obediencia.
Si su perro plantea estos problemas no dude en llamarnos y le asesoraremos sin compromiso.