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Agresividad canina posesiva.
Este tipo de agresividad es también una de las más comunes en el mundo de los perros. Desde hace un tiempo algunas personas se refieren a ella de manera errónea como agresividad por protección de recursos. Pero en realidad el componente primordial es la posesión. La agresividad por protección de recursos es demasiado amplia en su expresión gramatical y abarcaría otros tipos de agresividad. Los recursos para un perro son la comida, el agua, los juguetes, la manada, el territorio, la tranquilidad, objetos de todo tipo e incluso inmuebles completos. Por ello referirnos así a un tipo de agresividad hace que sea muy inespecífico.
El por qué de esta agresión se basa en la etología de la posesión en el mundo canino. Los recursos o posesiones en el mundo animal a veces son efímeros y por ello pueden tender a protegerlos en demasía.
Estudiando la etología en el mundo del perro encontramos un antecedente claro como ejemplo. Pongamos que una madre saca a sus cachorros por primera vez a la calle. Esto sería en torno a los 2 meses de edad y presentaría a los cachorros a la manada. Cualquiera de esos cachorros intentará interactuar con el resto de perros. Una de las situaciones típicas es que un perro esté jugando tumbado con un palo, por ejemplo. Si ese perro deja el palo entre sus patas, es posible que uno de los cachorros intente cogerlo. La reacción del adulto será proteger su recurso y gruñir e incluso morder al cachorro. De este modo le enseña que lo que está entre las patas de otro, no se toca.
Esa agresividad canina posesiva y explicativa en esa etapa de aprendizaje del cachorro será fundamental para él. Pero a día de hoy lo que suele ocurrir es que los cachorros no interactúan con otros perros cuando aún están con su madre. Y así es muy difícil que aprendan una pauta correcta y adecuada. Si a ello le sumamos otros factores como la ausencia de hermanos, podemos imaginarnos un cachorro que tendrá que experimentar sin una guía adecuada y suficiente.
En las familias con perros, sin duda la agresividad canina posesiva más frecuente es la relacionada con la comida. Miles de perros protegen su cuenco o bol y si sus dueños se acercan llegan a morder con fuerza. Muchos otros perros gruñen y muestran todas las pautas de agresividad pero llegado el momento, si el dueño sigue acercándose abandonan y se apartan sumisos. Estos falsos agresivos o actores, intentan establecer un rol posesivo momentáneo con la técnica del farol. Pero si los dueños no hacen nada la jugada le saldrá bien y eso nunca es interesante en una relación sana entre dueños y perros.
En lo referente a la comida de este tipo de agresividad, se deben tener en cuenta varios factores muy importantes y determinantes. Por ejemplo si se alimenta al perro con un pienso seco, la probabilidad de agresión es mucho menor que si se hace con alimentación húmeda. La diferencia la marcan 2 factores diferenciados. El primero sería la palatabilidad amplificada de los alimentos húmedos y/o grasos que confiere al alimento propiedades más deseables. Y el segundo sería la ocasionalidad, es decir esos alimentos que se les dan menos a menudo y los hacen más apetecibles. Por ejemplo los huesos, la carne o restos de nuestra comida. Esta agresividad posesiva se manifiesta también con juguetes, palos, trapos e incluso con personas. Nuestro perro podrá intentar mantener la posesión sobre esos juguetes o sobre determinadas personas y en ciertos momentos.
Un ejemplo fácilmente comprobable es el de los perros que protegen su cuenco de comida, aun cuando ya no tienen hambre. Si nos acercamos cuando tiene la comida restante a su lado, intentará incluso mordernos. Pero si se aleja lo suficiente y nosotros corremos hacia ese bol y lo colocamos entre nuestras piernas desistirá. La lejanía minimiza el grado de posesión. esto es aplicable a los juguetes también, pero difiere mucho respecto al grado de protección a las personas.
La agresividad canina posesiva, se puede aplicar al espacio también. Pero entendemos este espacio como el circundante al perro. Es decir, si el perro está tumbado en el suelo establecerá un círculo imaginario a su alrededor. El radio de este círculo variará mucho de un ejemplar a otro, pudiendo extenderse a unos cuantos metros.
Este tipo de agresión posesiva dentro de la familia puede ser un problema en muchas situaciones. Una muy típica y recurrente entre nuestros clientes es el pasillo. El perro agresivo posesivo, se tumba en l pasillo para descansar e impide que nadie penetre en ese círculo que ocupa todo el ancho del pasillo. Esto hace que sea imposible acceder a estancias sin entrar en conflicto con el perro. Ocurre también en salones, habitaciones y otros lugares de la casa. Otro ejemplo típico es el sofá. El perro se tumba junto al sofá y nos agrede por bajar los piés hasta él o por pasar a su lado.
Este tipo de agresividad es común a muchas razas y más frecuente en algunas que en otras. Por ejemplo los perros ganaderos como los mastines son muy propensos a ser posesivos. También los perros pastores, belgas, alemanes, holandeses etc, tienden a ser posesivos.
Si su perro muestra problemas agresivos relacionados con este tipo de agresividad, no dude en llamarnos. Somos un centro especializado en el tratamiento de la agresividad canina.